El aceite vegetal después de su uso en la cocina sufre un proceso de degradación que, aunque no recibe la calificación de residuo peligroso, sí ocasiona problemas ambientales y de salud.

Las malas prácticas más comunes para desecharlo, especialmente en el hogar, son eliminarlo por los desagües y arrojarlo a la basura o a la tierra. Pero ninguno de los procedimientos anteriormente mencionados son los adecuados.
Si el aceite va al desagüe forma capas gruesas dentro de las líneas de alcantarillado, lo que obstruye las redes causando desbordamientos de las aguas negras, malos olores y proliferación de roedores y bacterias. Adicionalmente, impide la oxigenación y depuración del agua.

Al tirarlo a la basura, llegará al relleno sanitario produciendo lixiviados (líquidos que se generan de la descomposición de la basura), los cuales contaminan aguas subterráneas y el suelo. Y en el caso de tirarlo a la tierra, lo que hace ese aceite es que crea una barrera que no permitirá la absorción de nutrientes necesarios para la vegetación.
Los costos de una mala disposición de los aceites usados han sido cuantificados. Está la experiencia de la Comunidad de San Francisco (California) que gasta 3,5 millones de dólares cada año en la limpieza de estas grasas acumuladas en sus alcantarillas.

Además de los costos económicos de esta mala práctica, está demostrado que cada litro de aceite usado de cocina que va a parar a las aguas limpias contamina 1.000 litros, lo que equivale al consumo de una persona durante 1,5 años, según las estadísticas de la Organización Mundial de la salud (OMS).

Los perjuicios de la mala gestión de los residuos de aceite vegetal usado no sólo son sus efectos contaminantes para el medio ambiente, sino que se convierte en una amenaza para la salud humana cuando caen en manos de los carteles dedicados a la recolección y comercialización de aceites usados, porque al ser utilizados en la cocina desarrollan radicales libres y acrilamidas, altamente cancerígenos.

¿Sabías que un litro de aceite de cocina usado puede contaminar hasta 1.000 litros de agua?

En Colombia existen sistemas especialmente diseñados para la recolección y tratamiento, liderados por empresas dedicadas al manejo adecuado y profesional de estos residuos. Atienden al sector HORECA y a la industria alimenticia. Se espera que pronto cubra el servicio a los hogares.

Estas empresas entregan certificados de disposición final, este documento confirma que no se utilizará como materia prima de alimento para animales ni como alimento para humanos. Sin embargo no se confíe, seleccione cuidadosamente al proveedor del servicio de recolección de aceite vegetal usado, solicite referencias y exija evidencias del adecuado proceso de disposición de este residuo.
Lo importante es tener la seguridad de que el aceite que se entrega no va terminar en una de las cientos de plantas de reenvasado ilegal que hoy en día funcionan en el país, las cuales “limpian” el aceite con sustancias químicas como blanqueadores de ropa, para restablecer su transparencia y luego venderlo a granel a consumidores de los estratos más bajos, sin reparar en los impactos y efectos que esto reviste para la salud humana.
La mejor forma de guardar aceite vegetal usado (AVU) es en una botella de aceite de cocina vacía o en una botella plástica limpia y seca; el aceite debe estar frío ya que el calor degrada el plástico y puede causar rotura de la botella. Es importante que los recipientes usados no contengan ni una gota de otra sustancia diferente al aceite vegetal.
En Bogotá ya existen puntos de recolección: en los centros comerciales Palatino y Plaza de las Américas, en el norte y sur occidente.
Otra de las medidas fundamentales que contribuyen al buen manejo de este residuo es una Trampa de Grasa. Se trata de un dispositivo que separa las grasas del agua para que no terminen en las tuberías o en las alcantarillas. Pueden ser construidas en acero inoxidable, concreto o plástico. Se consideran de uso obligatorio en todo servicio de alimentación ya que al lavar los platos también se vierten cantidades pequeñas de grasa y residuos de alimentos.

Solicita mayor información sobre el consumo saludable de aceites y margarinas de origen vegetal al 5190900 extensión 141, en la línea gratuita nacional 018000-942121 o al mail [email protected]