Por

JAIRO ROMERO TORRES, M. A.

Miembro de la Academia Internacional de Ciencia y Tecnología de Alimentos

Una invitación a promover el consumo de pan entre niños y jóvenes

El consumo de pan hoy

El consumo de pan se encuentra estancado en muchos países del mundo. La razón principal podría ser que al pan se atribuyen comúnmente varios efectos adversos para la salud como aumento de peso, alergias, enfermedad celíaca, entre otros. Pues bien, la alergia al trigo y la sensibilidad al gluten son dos cosas distintas y afectan únicamente a personas que tienen predisposición a ello, y en cuanto al aumento de peso, se sabe que el exceso de pan, como de muchos otros alimentos, puede provocar aumento de peso, que para evitarlo se requiere llevar una dieta balanceada y consumir productos de toda la pirámide alimentaria con moderación, sin exagerarse.

Los estudios sobre tendencias de consumo indican que son los jóvenes los que menos consumen pan y los que más rápidamente reducen su consumo. Si bien es cierto que la preocupación por el sobrepeso puede hacer que los padres compren menos pan para sus hijos, o que estos reduzcan su consumo, este hecho no explica por si solo el bajo consumo de pan entre los jóvenes. Una razón muy poderosa para ello podría ser que el pan es un producto que se mercadea especialmente para adultos, que las panaderías, en especial las de barrio, casi no desarrollan productos o estrategias dirigidas a alentar el consumo entre niños y jóvenes.

Por esta razón, junto con brindar mejor información a los consumidores acerca de los beneficios del consumo de pan y productos de panadería, de desarrollar productos cada vez más saludables, sería útil pensar más en los más jóvenes al diseñar productos y sistemas de exhibición y mercadeo en las panaderías.

Beneficios

El consumo de pan juega un papel importante en la dieta de niños y jóvenes. El ácido fólico que contiene contribuye a proteger el sistema cardiovascular en la edad temprana, la vitamina B1, el Yodo y el Zinc fortalecen el sistema inmunológico, la grasa y los carbohidratos brindan la energía necesaria para desarrollar la intensa actividad física que despliegan a lo largo del día. De igual modo, la proteína del trigo y otros cereales presentes en el pan son materia prima indispensable para el crecimiento y la renovación de todos los tejidos del cuerpo.

Además de los beneficios nutricionales el pan tiene otras características que lo hacen de gran valor para los niños y jóvenes de hoy: es práctico, no necesita refrigeración, va bien en la lonchera o en el morral para llevar al colegio o a las salidas de campo. Es versátil, puede ser en si mismo una comida o combinarse en sánduches o en una amplia variedad de preparaciones saladas o dulces. Gracias a que sus ingredientes son en su gran mayoría de origen vegetal, la huella de carbono del pan es de las más bajas de los alimentos, por lo que hace parte importante de la dieta sostenible.

Una vitrina llamativa

Las vitrinas de las panaderías pueden, como pocas vitrinas comerciales, ser una mezcla increíble de sabores, colores, aromas, de opciones para consumidores de todas las edades, pueden hacer divertido el consumo de pan para los niños y jóvenes, conectarlo con su estilo, con su forma de vida.

Panes con forma de animales y otras formas divertidas, decoraciones, colores que inspiren la fantasía y la creatividad infantil, pasabocas dulces, sanduches preparados, galletas de temporada (navideñas, día del padre, de la madre, de la virgen, de halloween), tostadas francesas con fresas, pan pizza, pan de banano, donas, cupcakes, pan de chocolate y otros panes endulzados son solo algunas de las alternativas que puede explorar la panadería para montar exhibiciones que capten la atención, la alegría de niños y jóvenes y les haga ver que el pan es también para ellos.

Una panadería llamativa

En el mercado de niños y jóvenes el empaque juega un papel fuerte en la decisión de compra. Las panaderías no suelen empacar sus productos, no es rentable competir con empaques especiales pues estos son costosos y deben ser hechos en grandes cantidades. Pero la panadería tiene otras alternativas para hacerse atractiva para los niños y jóvenes. Tener publicidad y avisos que los conecten con el pan, hacer sesiones de horneado para niños, como lo hacen las pizzerías de cadena, desarrollar aplicaciones, programas interactivos que expliquen a los usuarios sobre los beneficios del pan, sobre las alternativas que encuentra allí, que les permita ordenar en línea, sugerir, interactuar con la panadería.

Conectar la panadería con los padres jóvenes también es de la mayor importancia. Ellos son los primeros influenciadores sociales y para ellos puede resultar tranquilizante y atractivo saber que disponen de productos en las panaderías, por ejemplo, sin azúcar adicionada, sin colorantes artificiales, hechos de granos enteros, de granos antiguos, realmente frescos, horneados el mismo día, que son realmente artesanales, en fin, de productos que atiendan los intereses y las preocupaciones de la sociedad de hoy.

Eso si, sin olvidar lo básico

El hecho de que el consumo de pan entre los niños y jóvenes sea bajo en todo el mundo invita a pensar en abordar estrategias innovadoras, que garanticen la sostenibilidad de la panadería artesanal, de la panadería de barrio, que permita que la comunidad siga beneficiándose de sus productos, tan arraigados en nuestras costumbres y tradiciones.

La innovación será clave, por su puesto, pero sin olvidar lo básico, construyendo a partir de ello: después de todo no hay que olvidar que las principales razones de compra de pan son la frescura, el sabor, la calidad de los productos que se ofrecen. Nada más irresistible que el aroma del pan caliente, ni más tentador que una vitrina abundante, limpia, bien protegida, y por tanto el panadero requiere comprar buenas materias primas, cuidar mucho los procesos productivos, tener fórmulas, tiempos de amasado, levante y horneo estandarizados, esmerarse en hacer de las visitas a su panadería una experiencia inolvidable para grandes y chicos, para todos en el barrio.

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